Los perros son animales muy leales que realizan vínculos de afectividad con humanos muy fuertes, y de una forma muy rápida. Una vez que un perro ha decidido adoptar a un humano, lo protegerá y será leal en cualquier circunstancia.
Los perros son animales muy leales que realizan vínculos de afectividad con humanos muy fuertes, y de una forma muy rápida. Una vez que un perro ha decidido adoptar a un humano, lo protegerá y será leal en cualquier circunstancia. Pero ¿qué pasa si su dueño fallece? Pues lo mismo que le pasa a cualquier persona que pierde a un ser querido: se le queda un vacío en su vida. Algunos dejan de comer, otros se deprimen. Una persona necesita una gran cantidad de fuerza de voluntad para seguir adelante con su vida tras la muerte de una persona querida. Pero los perros no tienen eso, no tienen voluntad. Aquí te contamos que pasa con algunos perros cuando sus dueños fallecen.
Los perros tienen sentimientos
La pregunta es qué origina estos sentimientos. Aunque no haya nada demostrado de manera científica, los hechos hablan por sí mismos y aunque los seres humanos se resistan a reconocer la capacidad de los animales para sentir, lo cierto es que estos comportamientos pueden corresponderse a sentimientos de pena, añoranza o tristeza. Los perros no poseen un concepto de la muerte tan definido como las personas, pero aun así, saben cuándo falta un ser querido y tienen una reacción de duelo por su pérdida. Además, los perros pueden detectar el estado de ánimo de las personas, y si todos los miembros de su familia están tristes, él también lo estará. Un veterinario experto lo explica así: “los perros sienten tristeza ante la falta de sus compañeros y, aunque la muerte sea un concepto que se les escape, tienen reacciones similares al duelo humano ante la pérdida de sus amigos, porque en esto, como en tantas otras cosas, perros y humanos nos parecemos mucho”.
¿Los animales perciben dolor?
Además de sentir y tener emociones, la capacidad de percibir el dolor físico en los animales también se ha cuestionado con frecuencia. El dolor es según el diccionario, una sensación insatisfactoria o desagradable que experimenta un ser vivo. El sistema de recepción del dolor es muy parecido en personas y animales: los receptores sensoriales del cuerpo reciben un estímulo y lo reflejan en la médula espinal, que a su vez se lo transmite al cerebro. Como el sistema es muy similar, se puede decir que si las personas perciben dolor, los animales también. Al igual que ocurre con los humanos, no todos los animales responden de la misma manera frente al dolor. Las reacciones son más patentes cuanto más social sea la mascota, como es el caso del perro. En otros animales, como los gatos por ejemplo, la demostración de dolor es muestra de debilidad ante los depredadores y por tanto, estos animales la enmascaran como mecanismo de supervivencia.
¿Qué síntomas presenta la tristeza en los perros?
Un perro que ha perdido a alguien con el que ha tenido una relación muy estrecha, acusará la pérdida. Dejará de comer, estará decaído, deprimido, poco activo, no le apetecerá jugar ni socializarse. Ante este comportamiento, no se debe caer en el error de humanizar las reacciones y comportamientos del perro, aunque se debe intentar analizarlas, entenderlas y respetarlas. Los perros necesitarán tiempo para acostumbrarse a la pérdida de un ser querido, para lo cual buscarán el apoyo y cariño de los demás miembros de la familia.
¿Qué hacer para ayudarles a superar la pena?
Al igual que ocurre con las personas, para superar la pena, los perros deben mantener su ritmo de vida habitual y sobre todo, el mismo nivel de actividad que tenía antes. Por ello, deben respetarse sus patrones de ejercicio y paseos habituales, a ser posible en los mismos horarios y además es conveniente dedicarle más tiempo de lo habitual para jugar con él. Algunos perros pueden deprimirse hasta tal punto que necesiten tratamiento psicológico y farmacológico para superar la pérdida. No obstante, si transcurrido un mes desde el fallecimiento del ser querido el perro sigue con síntomas de tristeza, como falta de apetito, abatimiento, inactividad, pérdida de peso o demasiadas horas de sueño, es muy conveniente consultar con el veterinario.
Fuente: misanimales.com